domingo, 25 de agosto de 2013

No estás sola


Es super reiterativo escribir sobre educación, si lo hice apenas ayer, pero no puedo dejar de comentar algo que me pasó hoy.

Almorcé con una amiga y me fui atrasada al trabajo, caminando rápido entre la gente y pensando en algo que no recuerdo, porque de seguro no era importante, llegué a la entrada, y mientras esperaba a que cambiara el semáforo vi a una joven tocando flauta traversa, crucé y en el típico cartelito de los que piden plata... decía: "Pido para pagar mi mensualidad de la U" ¿Ese es el país que hemos construido? Tengo un nudo en la garganta, no me imagino la profunda desesperación que esa joven estaba pasando, no podía dejar de pensar en eso mientras caminaba a mi trabajo, en que no es posible que una niña tenga que pedir en la calle para poder pagar su educación, lo que por ley es su derecho.

En la escalera junto a la heladería me encontré a nuestro candidato paseando por el mall... El MINISTRO (care raja...) Luciano Cruz Coke, caminaba con una joven que a mi impresión le enseñaba el lugar, supongo que el ministro buscaba ahí, en el mall llegar a conocer todas las problemáticas de Antofagasta, es imposible para mi meterme en su cabeza, y adivinar qué pensaba mientras paseaba por el mall, sin embargo, podría apostar que jamás notó a la chica, que el no tuvo un nudo en la garganta, el paseaba, mientras afuera una estudiante universitaria se aguantaba la vergüenza, se tragaba el orgullo y seguía tocando su flauta, por un bien mayor, por cambiar su futuro, por cambiar el de su familia, el de sus hijos y nietos... tal acto de valentía me conmovió hasta la médula... ¿La habrá notado Lucianito?... No, no la notó, si la hubiera visto, si hubiera leído habría hecho algo, el tiene el poder para hacerlo, como muchos que hoy tienen el poder para cambiar la vida de miles, de cientos, de decenas, de quizás solo uno, de esta chica. Pero no, el paseaba, ella tocaba.

Quisiera poder tener el poder de cambiar tu vida y decirte que ya no tienes que seguir pidiendo plata en la calle, que desde ahora tu universidad está asegurada, no lo tengo, pero tengo la oportunidad de decirte que no eres invisible, no estás sola. 

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